Se nos quedó pequeño el mundo entero. Cada rincón había sido testigo de nuestros besos, caricias o miradas. Todos ya habían oído nuestra risa.
Y entonces pensé en el único lugar que me quedaba siempre grande. Enorme. Como un mar inmenso y frío en el que yo era la única balsa, a punto de naufragar.
-Mi cama aún no ha sentido tus latidos.
Y el lugar más grande se convirtió en nuestro mundo entero. En mi colchón, hecho a medida para dos, para nosotros.
4 comentarios:
Muy bonito texto, me ha encantado!
Quiero leer más cositas nuevas!
Un texto magnifico. Me ha traído recuerdos del pasado U_U. Sigue así Pauli
Besos
PD: Lástima no haber podido ver Aranda desde dentro y maravillarme más
Wow.
Creo que poseo muchas esquinas, muchos baños, muchas camas y muchos asientos traseros de coches... pero no poseo un mundo para dos. Mi cama es demasiado exclusiva por ahora. Solo hay sitio para una persona.
Enhorabuena.
te descubro ahora
vuelvo
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