Puede que con esta tonta frase la vida de una vuelta más y acabemos situándonos allá donde más nos da la luz del sol y mas suave corre el viento. Al final, resulta ser cierto que la felicidad es una actitud, pero es una actitud difícil que hay que tomarse muy en serio, algo en lo que creer desde el primer momento.
Me arrepiento de no haber empezado a creerlo antes, aunque quizá no hubiese sido igual sin un par de derechazos del destino en todo el mentón. Al fin y al cabo nadie huye del dolor sin saber qué es eso.
¿Se puede empezar de 0? Se puede. Con unas cosas de más y otras cosas de menos, sólo hace falta un poquito de fuerza de voluntad. No se trata de huir de los viejos monstruos, se trata de mirarles a la cara, con total indiferencia, y decirles, alto y claro: "No me vais a joder más".
Claro que no vas a enfrentarte al Boogie Man, vivimos entre monstruos tan reales como tóxicos, vivimos rodeados de gente que disfruta más del dolor ajeno que de su propia felicidad, nos hemos hecho un hueco en vidas sin sueños ni metas, más despropósitos que propósitos.
Algunos no hemos podido asumir que querer ser feliz no es una actitud egoísta: claro que habrá a quien puedas hacer daño en el camino, en este caso lo que importa es la intención ¿Acaso no estamos aquí para ser felices? Pero no se trata de hablar de relaciones sociales, sino de nosotros mismos.
¿Qué quieres ser? ¿Cómo quieres ser? Piensa qué has de hacer para conseguirlo, y corre. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, no si lo que quieres conseguir es tener motivos para sonreír cada día sólo por ser lo que eres. Deja de depender de los demás: La felicidad es una actitud, y esta sólo dentro de ti mismo.
La vida no te va a esperar, ¿a qué esperas tú?
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