28.12.22

Terapia.

Hace mucho que no se cómo empezar, concretamente desde 2015. 

Pero hoy, sin saber cómo llegar al meollo de la cuestión, he decidido que voy a publicar lo que sea que salga de aquí. Me siento valiente porque nadie me leerá, (si estás leyendo esto..ops.) pero sobre todo, porque por absurdo que parezca, esto ha significado muchísimo para mi, por lo bueno y por lo peor. 
Y aunque hace tiempo que lo entiendo, no tuve fuerza durante bastante tiempo.
Me explico:
Siete años. El mismo tiempo sin escribir que sintiéndome perdida.
Aún no se por qué. Pero sé que no quiero permitir que ocurra de nuevo.

Hay muchas formas de terapia, y esta era la mía. Nunca necesité a nadie, ni busqué su aprobación. Sentir con mucha intensidad y disfrutar sacándome lo peor y dejándolo bonito, ese fue siempre mi proceso, la manera en que me conocía, y la manera en que me quería. Escribir me daba un propósito y, principalmente, me hacía feliz. 

Por qué me descuidé así, dónde me perdí, y a qué he estado dedicando todo el tiempo que necesitaba para mi, para esto, no lo sé. Por qué empezó a importarme lo que dejaba salir y lo que no, tampoco. Ni por qué no he sido capaz de volver hacerlo durante tantos años.

Ya no me importa. 
Hoy me dolía el estómago, y me costaba pensar con claridad, como tantas veces, no sé por qué precisamente hoy, he necesitado volver. 
Será que me he sentido desbordada otra vez por una tristeza absurda, y he pensado que quizá encuentre la respuesta en una de esas vueltas que da la vida. O..
Quizá para recordarme que no será fácil.
Quizá para decirme que esta vez sí. 

He vuelto a sentir la piel de gallina mientras buscaba la frase correcta, he tocado algo, y no lo quiero soltar.



P.D. A mi misma: 
Escúpelo y sigue, o acabarás rodando con ello.
Sigue haciendo cosas, es lo que te hace feliz.








Por aquí han pasado..