21.2.11

El fracaso.

Cuando se rompe ese bote caro de perfume, y descubres que apesta. Como todo en exceso.

Una pieza, y otra, y otra, se van colocando aleatoriamente, hasta que descubres que donde hubo una huella, empieza a haber sangre, y que estás solo, o sola, afrontando un jaque-mate.
No hay más movimiento posibles.
No tienes nada que hacer.
Y poco a poco todo es sangre, y todo se está yéndo a la mierda.

Y la reina, no es reina ni es nada.
La reina es una niña imbécil.
Una imbécil que llora.

Por aquí han pasado..