No puedo empezar diciendo que te echo de menos. No hay un quién. No puedo decir que echo de menos un beso, ¿qué gracia tiene la humedad de otros labios? No estoy perdida porque no buscaba un lugar, porque no tengo un sitio. Una vez más, el otoño cae sobre un montón de sentimientos hechos barro, secándose al frío del viento, endureciendo un corazón que se muere de ganas de tener un dueño.
El vaho del espejo no me deja ver mi rostro entristecido, entristecido por una mañana de café sin azúcar. El tacto a punto de congelarse apenas me permite dibujar un corazón roto que deje ver facciones al azar. Y me alegro, porque entonces el dibujo suplicaría su nombre.
Y al meterme en la cama el estómago se encoge vacío. La piel, helada, grita de dolor porque no encuentra quien le quite los escalofríos. Y esque está tan encogida el alma que no se tocan, y la piel se siente lejos. Y el corazón, despierta entre bostezos porque la mirada llama llorando a su puerta. Ella necesita una sonrisa que le abrigue estos días fríos de otoño, sonrisa que no sale porque no sabe por quién esbozarse.
Ahora, entiendo que sí echo de menos. Echo de menos que huelan a pasión las sábanas y sepan a amor los besos. Que el tacto sea ternura y compresión, que apague el llanto. Que las caricias sean de picar entre comidas, y las comidas estén hechas de miradas, miradas de esas que se dicen todo y no molestan al silencio, para que no tengan que ser interrumpidas las sonrisas con palabras.
Echo de menos poder dibujar con el pensamiento un rostro, unas manos, instantes en el tiempo, recuerdos, que sean incapaces de ser sustituidos por un simple corazón. Echo de menos que algo sea tan sencillo que resulte imposible de explicar si no es de la forma más compleja. Echo de menos sentirme con otras manos, verme con otros ojos. Echo de menos tener algo que echar de menos con una sonrisa en la cara y brillo en la mirada.
Y me meto en la cama, tan grande, tan fría, tan sola..
Perdonad si hay erratas, hay textos que es mejor improvisar.
4 comentarios:
Hojas de otoño que caen, imagen del tiempo etereo que pasa aquí delante porque mi cama está fria y yo soy consciente.
Vivencias de mi mundo, este, Bolaños dieciocho de octubre del dosmilnueve, sentimientos y anhelos, con código de barras que deseo y no vivo, porque no siento.
Todas ellas proyectadas desde mi faro, apagado, luz de mi guia que nos deslumbra, y que, a veces, enciende una lámpara ténue, de bajo consumo, calentando apenas su filamento. Fragmentos de pasiones, pornografias, caricias y deseos que viven en mi retina y donde yo no me veo...Vivo en el océano con la belleza del horizonte y el miedo a la tempestad, así son los barcos, libres y perdidos, sin referencias del fondo donde se puede amarrar el ancla...La cama se endurece, y me enseña su inmensidad pero es compañera de mis sueños. No sé a donde voy, no veo mi cara. No veo tu cara. Creo que dentro de poco volverá a salir el sol.
Gher.
Paula, es un honor que tengas mi blog entre tus blogs de oro...Me siento muy agradecido por ello, y más esta mañana que he recibido amenazas de un tontón por mí desconocido que declara a mi poesía su enemigo número uno y a mí su enemigo número dos...
Bueno, tienes amor para dar y seguro alguien te dará lo mismo. También me parece que es el amor, el deseo, la clave del avance en la escritura. Lo de "si quieres, puedes", es verdad.
Que seas feliz. Buena suerte.
Gher, muchas gracias por tu comentario, es una pena no poder leerte más en un blog.
Adolfo..no has de darme las gracias, me gusta tu poesia, y se merece estar donde estos. Ni caso a esos enemigos, si saben escribir, o es pura envidia o tienen muy poquito de civismo, o ambas. Si no saben ni escribir...¿para qué escucharlos?
Un abrazo!
Ya era horita de que actualizases, chica explosiva... ouch!, se me escapó... Bueno, bueno, ya da igual; a lo hecho, pecho
No, en serio, me gusta... Me recuerda mucho a mis propios sentimientos, son casi idénticos. Pero realmente si que me siento muy indentificado con esta entrada.
Mis felicitaciones
Besos
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