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Gente sin sentimientos. Alta clase social formada por Don Nadies empapados en arrogancia y mentiras. Infelices con grandes negocios, grandes y ricos, con pequeñas puertas traseras donde sus empleados se pudrían, como su alma.
Olor a vicios, dinero y podredumbre de ideales descompuestos, mierda embutida en trajes de gala y palabras rimbombantes llenas de sinsentido.
Ella, distraída, mirando a través de los cristales, sorbe despacio un Manhattan, saboreando el leve toque de dulzor que le da el Bourbon, y saca un cigarrilo de su bolso, sin percatarse de su presencia. (...)
2 comentarios:
Una ironía muy realista
Sencillamente cojonuda la visión y exacta de un mundo nacido muerto
Me encanta, Pauli
Besos
sin percatarse... asi es como se disfruta mas...
un beso
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