Me equivoqué persiguiendo un sueño que no me correspondía. O las palabras de quienes sabía que no causarían efecto en mí. Elegí abrazos que no me reconfortarían, alientos de esos que ni siquiera llevan un poco de calor. Compré el traje que más grande me quedaba.
Tal vez he convertido un hobby en una obligación, y es por eso que ahora no encuentro la calma en nada. Pienso una vez más que mi vida está hecha de errores, errores que a veces tiran de mi, como si tratasen además de alejarme de algún acierto.
Noto como algunas palabras tratan de escribirse y relacionarse con coherencia en mi cabeza, y ninguna consigue llegar hasta mis manos. Supongo que se habrán ahogado entre tanto llanto..
Soledad, incertidumbre, fracaso, perdón, responsabilidad, culpable, imbécil.. Pero ni siquiera soy capaz de ordenarlas.
Una vez más, no sé que hacer con mi vida.
Una vez más, tengo ganas de huir hacia ninguna parte, pero sin dejar de correr.