16.11.14

Abocar al deseo como método de supervivencia.

Me acurruco entre tus recovecos para huir de los monstruos que atormentan mis noches. Inhalo profundamente tratando de llenarme de la paz con la que duermes. Exhalo despacio, consciente de que nada me abriga y protege como tus caricias.
Reconozco que has sido una salvación desde que te acercaste a mi boca.


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