19.2.09

Porcelana...


No tengo nada nuevo, por esa asquerosa salud mía de porcelana, así que, no tengo más remedio que ir colgando algún que otro fragmento.



Él estaba en su bar de siempre. Ambiente de los ochenta, viejas baladas del mejor rock creado, olor a tabaco y espesas cortinas de humo, con luces tenues de cierto tono amarillento. Ventanas circulares de cristal tintado. Ningún lujo.

Ella calle abajo por la acera de enfrente, justo en el momento en que él miró a través del cristal. Incluso el tiempo parecía estar acorde con su ánimo, llovía.

Le duele algo y no sabe qué es, casi se le hace complicado respirar. Imagina en su cabeza una pieza de su vajilla de porcelana cayendo contra el suelo. Se hace añicos, y se siente estúpido pensando en esa imagen, sin embargo no es el único que ha sentido esa forma de quebrarse algo por dentro.


1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Lo mismo que cuando el silencio se hace vidrio, para caer al suelo y hacerse añicos?

Ese polvo, esa nada.

Por aquí han pasado..