De pronto alguien me cogió del hombro. Aún soñaba, pero me dijo que yo era fuerte.
Y desperté, con los ojos como platos, y empañados.
Creo que durante días me sentí mareada, demasiado vértigo. Pero se esfumó.
Y si lloraba ya, era del frio del mes de Junio. Brillando el sol, y no los ojos. Muerta de frio, hasta que alguien me cogió del hombro, y repitió diciendome al oido que yo era fuerte.
Ya no estoy soñando..
Así que en Julio sí hace calor. Y ahora puedo subir tan alto como quiera. Se cómo volar sola.