Miradas que analizaban, conocían o reconocían dependiendo del momento. Miradas que se sonreían o escuchaban con atención.
Algún silencio que otro, que..tan solo podía preguntarse si era cómodo o incómodo, o qué pasaría si hubiese mucho silencio más. Silencio que se escapaba en miradas difusas a cuanto rodeaba la escena, en una sonrisa, o un gesto para quitarse el molesto sol de la vista, antes de poder ser cómodo o incómodo, simple silencio.
Sonrisas mirando al suelo. Sonrisas que decían por si solas que era feliz, que no esperaba aquello, que estaba a gusto. Sonrisas porque el aire olía bien, a compañía inmejorable y a Madrid, a actividad desbordante. Olía a futuro, tal vez muy diferente, pero a futuro.
1 comentario:
Espero que te salgan bien los planes, Pauli, de veras.
Mucha, muchísima suerte
Abrazos
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