"...quizá allí lo hubiera encontrado, con su boina de medio lado y un libro en la mano, como solía ser. Fumándose un cigarro mientras miraba la nada, pensando en esa carta que escribiría más tarde, de madrugada. Yo seguiría entre sus sábanas mirándole a contraluz.
Pensaría en mil canciones al son de sus latidos y cerraría mis ojos para guardar el momento exacto en mi memoria.
Quizá estarían corriendo las horas entre nosotros hasta vernos amaneciendo, con tu sonrisa al entreabrir los ojos. Con la primera luz de la mañana recorriendo tu espalda, acercándola a mis ojos.
Aún podría seguir con mi dedo la linea perfecta de tu columna cuando te inclinas para besarme el cuello."
18.11.13
17.11.13
Miedo, locura y la realidad paralela.
Este salón se convierte en una isla desierta. Nada existe de puertas para fuera. Este sofá se ha convertido en mi cabaña del árbol. La realidad que supone el suelo parece distante. La realidad se disipa, se deshace como se acaba deshaciendo una nube de humo denso.
El pecho se encoje con el miedo de quien ha superado su soledad y con nadie puede compartir su alma. El miedo, observa desde el quicio de la puerta los nervios anudándose bajo la piel.
Y apareces de repente bajo la manta. ¿Y cómo no te voy a querer tocar? Y te escabulles si cierro los ojos de nuevo.
Me abrazo a la almohada; pero sigo reconociendo tu olor, me sigues llenando de ganas.
Pero la realidad, se disipa. La locura se sienta a tu lado y te dice, en un susurro y con sonrisas, que era ella quien estaba a tu lado, y que los sueños hieren tanto como la realidad que te oprime cuando no estas soñando.
El pecho se encoje con el miedo de quien ha superado su soledad y con nadie puede compartir su alma. El miedo, observa desde el quicio de la puerta los nervios anudándose bajo la piel.
Y apareces de repente bajo la manta. ¿Y cómo no te voy a querer tocar? Y te escabulles si cierro los ojos de nuevo.
Me abrazo a la almohada; pero sigo reconociendo tu olor, me sigues llenando de ganas.
Pero la realidad, se disipa. La locura se sienta a tu lado y te dice, en un susurro y con sonrisas, que era ella quien estaba a tu lado, y que los sueños hieren tanto como la realidad que te oprime cuando no estas soñando.
13.11.13
Des-encajada
La vida es como un puzzle de esos de mierda en los que a veces mas de una pieza encaja en el mismo sitio.
Pero a veces, todo encaja, y a veces, está bien.
:)
Pero a veces, todo encaja, y a veces, está bien.
:)
7.11.13
Detrás de las musas.
Estoy inspirada.
Y expirada.
Con la cabeza llena de humo y el corazón lleno de ganas.
Necesito acción, pero la inspiración me tiene acorralada.
Se me sale un poco el alma con cada calada.
Y expirada.
Con la cabeza llena de humo y el corazón lleno de ganas.
Necesito acción, pero la inspiración me tiene acorralada.
Se me sale un poco el alma con cada calada.
3.11.13
Ojalás De-Liberadamente.
Ojalá una cama kilométrica, y rodar jugando.
Ojalá palabras que acaricien, y hablarte sin reparo.
Y no tener motivos, ni razones, ni excusas. Sólo ganas.
Ojalá buenos días contigo.
No podría ser más perezosa.
Ojalá, abrazos que matasen y morir amando.Ojalá palabras que acaricien, y hablarte sin reparo.
Ojalá los poemas, desvistiéndonos, por dentro.
Ojalá, la vida que nos queda.Y no tener motivos, ni razones, ni excusas. Sólo ganas.
2.11.13
Detrimentos.
Me siento como la pieza de un puzzle perdido.
Como una balsa artesanal de madera azotada por un mar bravío. Y siento que mi única esperanza más allá de esa balsa, es un chaleco salvavidas: viejo, descolorido, y pinchado.
No dejo de temblar y nada me parece correcto, nada me parece claro.
Han vuelto las ganas de huir.
Las ganas de huir de mi misma.
Y no se cómo afrontarlo.
Ni siquiera estoy segura de la existencia de ese viejo chaleco salvavidas.
A veces todo parece un sueño donde las pesadillas nunca terminan. Pero es la vida, y soy yo, perdida, ahogada.
La vida seguirá, y yo, flotando arrastrada por la corriente.
Necesito agarrarme a algo, necesito pisar tierra.
El mareo, es real.
Como una balsa artesanal de madera azotada por un mar bravío. Y siento que mi única esperanza más allá de esa balsa, es un chaleco salvavidas: viejo, descolorido, y pinchado.
No dejo de temblar y nada me parece correcto, nada me parece claro.
Han vuelto las ganas de huir.
Las ganas de huir de mi misma.
Y no se cómo afrontarlo.
Ni siquiera estoy segura de la existencia de ese viejo chaleco salvavidas.
A veces todo parece un sueño donde las pesadillas nunca terminan. Pero es la vida, y soy yo, perdida, ahogada.
La vida seguirá, y yo, flotando arrastrada por la corriente.
Necesito agarrarme a algo, necesito pisar tierra.
El mareo, es real.
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