"...quizá allí lo hubiera encontrado, con su boina de medio lado y un libro en la mano, como solía ser. Fumándose un cigarro mientras miraba la nada, pensando en esa carta que escribiría más tarde, de madrugada. Yo seguiría entre sus sábanas mirándole a contraluz.
Pensaría en mil canciones al son de sus latidos y cerraría mis ojos para guardar el momento exacto en mi memoria.
Quizá estarían corriendo las horas entre nosotros hasta vernos amaneciendo, con tu sonrisa al entreabrir los ojos. Con la primera luz de la mañana recorriendo tu espalda, acercándola a mis ojos.
Aún podría seguir con mi dedo la linea perfecta de tu columna cuando te inclinas para besarme el cuello."
No hay comentarios:
Publicar un comentario