Y todos les miraban, señalaban y fruncían el ceño. Todos eran "otro", uno más. Y de todos, ninguno era bien recibido.
A mi me gustaban. Olían a feria. A noche y luces de colores.
Me recordaban a los tiovivos. A la sonrisa de un niño pequeño. A la ilusión de mamá saludando desde abajo. A las risas y la música de una infancia feliz.
Y ellos, él, como era como un tiovivo. Él era igual. Él me hacía girar, subir y bajar en el aire. Sentirme pequeña, ilusionada. Él era mis ganas de feria y luces de colores. Él era más dulce que el algodón de azúcar y las manzanas de caramelo.
Y ellos, él, como era como un tiovivo. Él era igual. Él me hacía girar, subir y bajar en el aire. Sentirme pequeña, ilusionada. Él era mis ganas de feria y luces de colores. Él era más dulce que el algodón de azúcar y las manzanas de caramelo.
1 comentario:
Y que nunca dejaba de sonreír U_U
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