Quizá ya había contenido demasiado. Quizá en este corazón no cabían más llantos. Quizá en mis ojos no cabían más lágrimas.
Te sentía tan cerca…Más cerca que nunca. Confundía nuestros cuerpos, nuestra piel se rozaba, con el tacto de la seda y el sabor del mismo azúcar. Tan dulce…
Me estremezco al notar mis mejillas empapadas. Me duele tu ausencia. Me hiela tu vacío en el sofá. Estoy sobreviviendo.
Es como si me hubiesen quitado la vista segundos después de devolvérmela, tras una vida en tinieblas.
Necesito respirar del aire que tú exhalas. El calor de tu cuerpo, de tus palabras. Sentir que se colaban trocitos de tu alma por mis rincones.
Lléname de caricias. Siente que cada uno de los poros de mi piel grita un te quiero. Y el aire les borra antes de que puedan salir. Y se quedan en nosotros. En los 2, sin distancia, sin vacíos, sin palabras. En un abrazo, el nuestro.
No me sueltes, no me des un último beso. Escucha los gritos de mi mirada. Mis ojos te necesitan, te extrañan.
Mis manos te anhelan, quieren tocarte, sentirte.
Un escalofrío por cada susurro, por cada momento.
Me quiebro si te veo ir. Lo siento, soy demasiado débil, y tú demasiado…a secas.
Mi corazón vomita, yo rompo a llorar…
Pensaba un ''joder'' y un ''vuelve'' tras cada palabra…
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